Cuando
ya no humedezcan
de última despedida
las escamas
a orillas de su horizonte
Un coro de agonías
las voces de la catedral
su calle de piedra
el cerro vigía
su malecón
el tamarindo
su paso colgante
la casa de infinitas ventanas
sus poetas
En el espejo de agua
al calor de la noche
eternos pescadores
encenderán lágrimas
En alguna ventana
colgarán pedazos de su luz
la canción evocará poesías
todo será
solo
un olvidado recuerdo