La noche me envolviò ,
con una ternura ,
que no era humana .
Comprendiendo ,
que el amor ,
que recibìa ,
no pertenecìa ,
a ningùn mortal .
Era un amor muy ìntimo ,
que me conocìa ,
y sabìa que necesitaba ,
alimentarme el alma .
Esta que de paso està ,
en esta morada ,
que suele cansarse .
Del poco amor ,
que la gente comparte ,
casi ausente .
Y cansa convivir ,
con gente tan frìa .
Tan ausente ,
del buen vivir espiritual .