-No te preocupes amor, que al final del día
siempre tendremos alcohol, drogas y mujeres,
para llenar nuestros vacíos-
Sigo buscando encajar en los engranes groseros
de esto que para ti, es la normalidad.
Sexo, dinero, elegancia, la tranquilidad de
una remuneración que sacie los colmillos
de esta carne inmunda que dejó escapar el alma.
Sigo estancado en el panóptico social, en las miradas
que espetan mis lúgubres gustos, en las damas
y en los caballeros, en tus frases y en tus sabores.
Dama dime, que belleza encuentras en las vitrinas,
y te diré el placer que recorre mi espina cuando
tus caderas se mueven con el viento.
dime caballero, la emoción con la que escribes tus poemas,
y yo te diré la sensación que sube por entre mis piernas
cuando susurrante los recitas en mi odio.
Eres fuerte mujer, yo soy como el agua,
eres volcán mujer, y yo soy como el agua,
fuiste sincera corazón, me mostraste tus heridas,
y yo imbécil , fui y sigo siendo como el agua,
como el mar, negro, oculto, obscuro, y delirante.
soy pasión, y soy torpeza, eres fuego y soy torpeza,
pero encajo en tus heridas, y tu descansas en las miás,
así nada más te vi, así nada más te perdí,
pensado irremediablemente como fue que llegé hasta aquí.