¡Anoche soñaba! ¡Contigo soñaba!
Pensaba soñando con mucha alegría,
que tierna y serena tu voz me decía:
¡Termina el suplicio que pena causaba!
Con grande esperanza pasión me brotaba,
Tan dentro del pecho la dicha sentía;
estando contigo la luz brillaría
ya que eres la estrella que tanto esperaba.
Tus manos tomaba con grande cariño
mirando en tus ojos un claro fulgor;
dichoso soñaba lo mismo que un niño
que siente en el alma la luz del amor;
mas luego despierta con gran desaliño
que dejan los rastros del gran desamor
Autor: Aníbal Rodríguez,