Te Quiero
Otrora usé contigo versos rimbombantes,
bajé del cielo, con palabras,
estrellas y luceros... antes...
Pero, últimamente, como descorriendo un velo
ante un nuevo cosmos, hallo mejor
expresar mi amor con un simple: -“Te quiero...”
Cuando conquisté tu primer beso
(para lograrlo), te dije: -“Te quiero”
y también en el altar, en nuestra boda, ante Dios,
retorné a hacerlo...
Pero soy poeta... y mi destino eterno
es tejer ñandutíes de palabras,
redes atrapadoras de quimeras y sueños...
por eso... casi sin darme cuenta,
y al pasar el tiempo,
una gran telaraña te envolvía: mi verbo.
¡Oh, sutil vericueto de mis pensamientos!,
¡trama recamada de figuras fantásticas,
que a la rosa roja de tu amor ataban...!
Hoy, a la vuelta de la poesía
es casi difícil y hasta muy pesado
dejar el castillo que había creado,
desatar los lazos con la utopía...
Tu cuerpo no halla, tampoco tu cara,
ya más expresiones ni nuevas metáforas,
el hilo dorado trocó en banda elástica,
y en pájaro muerto, mi verbo alado...
Por eso es que trato de “romper el hielo”...
Amor, ¿qué nos pasa...?, ¿por qué este silencio...?
Mírame a los ojos, como antes, te ruego...
que quiero decirte otra vez: -“¡Te quiero...!”