Para no olvidar…
fulgurantes amaneceres
en blancas lunas de placeres.
Para no olvidar…
el espejo de unos ojos
donde mirarme sin enojos.
Y sentir las emociones
de su mirada enamorada
que me decía sin palabras
lo que mente y alma gurda.
Para no olvidar…
aquellos trigales dorados,
los amigos, mis hermanos
y mis padres tan amados.
Y escuchar el canto de sirenas
de historias, cuentos y leyendas
en las blancas noches de luna llena
de mis infantiles primaveras.
Para no olvidar…
aquel amor de novela
que mi corazón sintiera
transformando mi vida estera.
Pero si necesito olvidar
aquello que me causa pena,
que me enfurece y enerva,
porque necesito ser feliz
lo que me reste de vida
huyendo de la melancolía
escribiendo una dulce poesía.
Fina