Por la cordillera andina de tus curvas
he recorrido pacientemente sus caminos
inspeccionado por cada paso de mi dado
la respuesta definitiva hacia tu destino.
Tu geografía vestida de blanco celestial
parece arreglado de novia para casarse;
el novio se habrá enterado de lo especial
que tiene en frente, no pudiendo negarse.
De la cordillera puede apreciarse dunas
bellas, que en par, eclipsan todo lo nuestro
despertando en el hombre hermosa fortuna
pues escalarlas es cual Dios en el centro.
Cuando supones ha terminado recorrido
un valle por el medio aparece cual fuente;
es lugar lleno de vida y del mundo florido
esperando a ser disfrutado por la gente.
Tomé valor, pasión y me pasé al mismo:
no podía creer lo que allí yo visto había;
mundo de delicias y el sinfín de un abismo
donde solo se puede conocer a la alegría.