Que los dioses premien
mis días inciertos ,con un brindis..
Es la envidia, por mi por ella
por el pasado
envidia al vino que bebí,
enviudando la botella
al corazón inmenso
que odia al odio
que solo addica odio.
Al deprecio ,que se agrieta
que exhala, dejando un vaho
de maldiciones
al cántaro de agua fresca
que bebo de el bebo bebo…
Envida al que se le va la vida
y no tiene el yugo de la vida
que termina donde empieza,
al que abandona la muerte
y el día se queda sin causa..
Al contagio de los besos fabricados
entre paneles de lodos,
al que comprende
las sabias declaraciones de ignorancia,
al que nace y adquiere la sabia magia de lo sincero.
A los millones de gargantas,
que gritan hasta la afonía, proclamando su libertad,
a los que después de tiernos vacíos,
no les quedan voces de odios
ni palabras de campanas,,,,