A veces yo me escondo, cuando estoy abatida
oculta en mi coraza, que me vuelve invisible
aislada por el tiempo, en lugar apacible
para morir un poco, en la hora ensombrecida
Voy muriendo, a ratos, en los días oscuros
que nublan mi existencia, mi cerebro, mis ojos…
tristes, aciagas horas, en que sólo despojos
de mis letras ocultas, traspasan los muros
Atraviesan los muros, de mi negra conciencia
para plasmarse en versos, negros como la noche
sin luna y sin estrellas, añorando tu ausencia
Tu ausencia que me duele,, como en el pecho un broche
firmemente clavado, con tu perdida esencia
antaño derramada , para otras, con derroche
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