Necrofagotimes

Vocero de mis (t)errores.- (02/10/2016).-

 

A veces se da tan en el clavo
Que sólo resta martillarse los dedos para celebrar.

Fuimos paronimándonos a caricias,
Cada vez coincidiendo menos,
Cada vez invocando menos calor,
Cada vez falleciendo más
Entre una maraña de suposiciones y de verbos en subjuntivo.

En una persecución estúpida de dientes de neón,
Acurrucados en la miseria.
Las bulerías del aguardiente
Nos enjuagan como al pasar, llevándonos,
Perpetuando entre las sábanas un collage intravenoso.

Por preguntar, ¿Qué espacio nos aguanta todavía?
¿Qué cinceles me desprenden y me dejan ser
Este polvo malherido?
Acribillado de humedades, tanto hedor a limpidez
Detona mis certezas.
Se cuecen a lumbre lenta todos los que he sido
(Y que tu odio cobarde desmenuza),
Hambrientos como lobos que acorralé y desoí.
Una nube dibuja en mí sus horizontes:
Si aspirara, moriría.

Buscador de formas y esencias, ¡quién pudiera!
Extático en plenitud de frenéticas rupturas,
Una tras otra,
Segador de tanta ubicuidad amontonándose en cada estandarte,
En cada vitrola, en cada causa perdida.

Y vos, o yo,
Tan desprendido de mí, alicaído, 
Vocero de mis (t)errores, 
Vocativo de las carnes con pena.
Escanciado hasta la médula de pura sangre,
Sublevando en silencio, 
Como una grieta en un dique.