Adrian Labansat

HOMENAJE A LUIS GONZALEZ DE ALBA

 

 

Luis  ha muerto luis y es 2 de octubre

 

A Luis Gonzalez de Alba

 

Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado;

no me abandones cuando me faltan las fuerzas.

Salmo 71

 

Luis, convertido en tu propio enemigo, asesino de ti mismo, fueron tan minúsculos los encuentros, charlas sin un gran significado, viento de palabras que solo buscaban buscarte, fue hace tantos años que es imposible precisar lo platicado, lo ocurrido, de lo que es mejor guardar silencio, será ese silencio el muro donde crecerá la hiedra que oculte las grietas que me mostraste.

Luis la muerte tiene lugar donde se le espera, serás los días y los siempres,  su mano escribe en la sombra, se  quedo sin fuerza, sin su diestra por lo que ciertas palabras han enmudecido. Reunido con la muerte, habló con ella hasta la madrugada, discutieron hasta la muerte junto a cenizas del dolor de apresurados cansancios,  te afiebraron las razones,  la  besaste como los colibrís besan a las flores, bebió su sangre  hasta enamorarse, se fue extinguiendo en el fuego de sus labios, esa noche no iban abandonarse, se quedo dormido en el sueño del que nunca se despierta, sus ojos se abrirían en otra parte, quizás en una noche negra de un dos de octubre un colibrí te recuerde.

Tus ojos no alcanzaran ni de puntillas mirar al mar, las luces de neón de los antros siempre nos tenderán sus trampas en las que entrabas solo para probarte que podías respirar en el infierno, preferías esas luces que las estrellas porque eras más humano que luciérnaga.

Luis las buenas consciencias andan horrorizadas, pero le valían madres las putas buenas consciencias, vencido a medias las nubes robaron su rostro, bajo el mismo cielo del dos de octubre, marchita su desnudez yace esa libertad que encendía  su grito luminoso.

Luis le arrebataste a la muerte su derecho solo para dártelo. Ahora que te abismas quién quiera que seas ahora que ya no estás, ahora que tu muerte desfigura tu presencia en la lengua y pluma de todos, haciendo de tu ausencia un invisible monumento para volver a darte desde tu desaparición el ser, el de ahora, el que eres ahora que no estás, te comienzas a nublar sobre estos días mientras la tinta de los diarios te diluye, como se va evaporando el tacto entre las nubes de la memoria.

Adiós Luis gusto en saludarle….