SONETO PLENO
Ignoro en qué recodo te me anclaste,
dejando tu presencia en mi torrente;
a mí mujer entera te sumaste...
¡y ahora corres cual sonora fuente!
Sencilla y bella Saby a mí llegaste,
Brillando igual que nuevo sol naciente;
Las penas creo nena tú eclipsaste...
¡y al hombre viejo enviaste por poniente!
La unión de nuestros ríos trajo frutos...
voló hasta el Padre Diáfano Capullo...
¡curados nos dejó de tantos lutos!
Fluir te escucho quedo cual murmullo...
celaje, a mí me llenas los minutos...
¡Sarita yo te nombro con orgullo!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino