Dulce tierna niña
voz armoniosa
de arpa y violín
melodía desde mis entrañas
rondas mi alma con calor.
Dulzura, mi luz amaneciendo
con la magia salta tu latido
al compás de tus pasos
un antojo contagioso seran tus besos
que son míos.
Dulzura que te vas soltando
dejando el aroma de la flor madura
de sus petalos benditos
que quiero sostener a mi pecho
con tus caricias tanto para toda la vida.
Dulzura son tus ojos y brillantes como dos soles
que me fortalecen y me miran
me prohiben moverme y me rindo
cayendo tú en mis brazos como una frágil flor
nutriendo mis dias con tu perfume de amor.
Dedicado a mi hija Michelle Rose
Rosa Maria Reeder
Derechos Reservados