En tu mirada guardo recuerdos pútridos
de colores decentes, -paradojas-, aunadas
entre tu rabia y la mía, tus brújulas
sin sentido de horizonte que conducen
mi ser hacia puntos cardinales inconexos.
Decías vos viéndote enamorarte de mis
mapas, tus trazos hacían lo mismo
conmigo. Los prototipos de amores
ahora son tan sólo asuntos inconclusos,
que desandan por los corredores.
Te fugás, jugás al escondite más
evidente, mientras me dejo amar por la
naturaleza, mientras me sigo abandonando
al amor propio…te sigo comprendiendo.