Tal vez será mi estrella que fugaz
va a guardarse invisible
ante los ojos falsos de una paz,
que parece imposible.
Tal vez serán las rigurosas huellas
de mi vía; que van
tan raudas de mis pies a las estrellas
mendigando del pan
de los dioses, eternidad de nieves
que de congoja helaron
mi ser. Culpables son los días jueves
como hoy, porque lloraron.
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David John Morales Arriola