Camine entre los abetos
Vi, flor tan bella
En su dulce morada
Cerca de la cascada.
Baje al mundo mortal
Desafiando al creador
Sabiendo el castigo
Vestido como mendigo.
Le mire temeroso
Me miro y sonrió
Le extendí la mano
Y me ofreció un paño.
Hablamos hasta el ocaso
De los días venideros
Con una reverencia
Agradecí su existencia.
Me adentre en el bosque
Perdiéndome en la oscuridad
Extendí mis alas
Para volver a casa.
Día tras día mirando
A través de las nubes
Contemplando sus pasos
Deseando, volver a estar a su lado.
Volver a mirar ojos tan bellos
No hay nada comparado aquí en el cielo
Que flor tan hermosa aquella dama
Pensamientos indecisos me abruman.
Decidí romper toda ley
Solo por volverla a ver
En pago, mis alas rotas
Marchitas y calcinadas.
Espíritu fracturado
Arrojado al mundo
Corrompido y mundano
Destierro desnudo.
Condenado a morir
Sin inmortalidad
Solo sentir humano
Feliz mortalidad.
...
.......
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