Amo tu cuerpo y tu forma singular de amarme,
Amo la lluvia sobre tu piel
Que desnudamente refleja sobre si el cielo,
Amo el calor de tu cercanía,
Y de lo fresco de tu sombra abrazándome.
Amo las palabras que no pronuncias,
Y los pensamientos que se dibujan en tus miradas;
Amo los placeres de tus pies sobre la tierra,
Y a las semillas que en los surcos de tu andar,
Hayas sembrado.
Amo el aroma a flores de tu piel,
Y de las rosas o jazmines,
Que en tu cabello anidan con deleite;
Amo el preludio de tus labios y su sonrisa,
Cuando sienten el peligro de los míos,
Ir hacia los tuyos, con toda prisa.
Amo tu tiempo y tus descansos,
Y me llevo tu imagen como fotografía,
Y en el recuerdo de mi frágil distancia,
Veo tu nombre sobre los cielos,
Al lado del amor que me darías.
Amo de ti cada recuerdo,
Y de tu boca aquel especial aliento,
Amo de tus labios,
Ese dulce amargo que no comprendo,
Y escribo sobre las paredes,
Tú nombre, el mío, y cuanto te quiero.
Amo el amarte con cada día,
Y vivo intenso, cada una de mis noches,
Esperando ver el sol del nuevo día,
Para decirte nuevamente...
Que te Amo mucho más que ayer...
Y un poco menos, que cuando llegue el nuevo día.