En las letras de una canción,
entre lo cercano y lo lejano,
en el ancho cielo, en la tierra inquieta,
en el fondo de la copa blanca
después de todo eras tú lo que yo buscaba.
Pregoné muchas veces a las guías turísticas;
fui devorando pregunta tras preguntas a mi vida,
y después de todo resultas tú lo que yo buscaba.
Pude leerlo en mil detalles:
verte y quedarme muda,
verte y olvidarme del mundo,
verte y luego hablar sola con mis sueños,
verte y quedarme con los ojos abiertos soñando contigo
verte y sentir mi cuerpo, pidiendo a gritos que la tengas,
verte y tener ganas de correr de tu seriedad,
verte y sentir tu cuerpo junto al mío,
verte y huir hacia los confines de mí misma.
Abatida y alma en pena,
imaginé que lo mejor era callar en los atardeceres,
leer los libros extáticos
y contribuir a la redención de los débiles.
Y, en todo, en todo, en absolutamente en todo,
no había más que buscar tu persona.
Sí, después de todo eras tú lo que buscaba.
Tú, con tu seriedad y tu serenidad;
tú, con tu maravilloso complemento moreno a mi color de canela.
Después de todo eras tu lo que yo buscaba!!!