nellycastell

Compartiendo

 

 

 

Se trata de compartir lo poco que tengo,

de dejar los estuches llenos, antes de abrir.

Tomar un vino que aunque se haya dañado

siempre nos recuerde que fuimos

parte de un pasado…

fui lo poco que fui

y no me atrevo a escribir allí,

porque a nadie interesa que fui niña

olvidada en el paraíso y suspiró llena de tristeza

cuando siento el olor de un guiso con maíz

del que no olvido.

Lo poco que tengo lo comparto contigo.

El abrigo de tela simple, pero abrigaba

a dos aunque el mal tejido mucho nos hinque,

porque fueron manos nerviosas los que lo tejieron,

manos de ganar un peso, sin ser obrero.

Yo dejé en el perro las ganas

de escuchar sus ladridos.

Dejé en mi cama un crucifijo oxidado,

qué el cura me regaló en la primera comunión

que no he olvidado.

Dejé un escombro sin dueño

en la carretera y hoy no quiero buscar

ni los restos de mi abuela.

Porque salimos del polvo y a él volvimos.

Comparto contigo mi dolor ajeno,

no sé si será bueno el compartir,

pero lo que si no puedo entregarte,

es este deseo de ir a buscarte,

donde dejé todo lo mío,

debajo del cocotero,

mis zapatos que no me servían.

Las cazuelas de barro que erguidas

estaban vacías.

Dejé los mejores reflejos

que mis años ofrecían y hasta el perro viejo

que su lento caminar ya aborrecía.

Pero todo lo compartí, mi diario de ilusiones,

en los más triste callejones de tu despedida

allí perdí … y eso si, no lo compartí.