Dagmar Prieto Meade

Pensar en ti

 

Al alejarme nunca espere extrañarte como lo hago ahora, tu voz me vuelve loco creyendo que estás junto a mi siendo que te encuentras a cientos de kilómetros lejos de mi, eres mi sueño vuelto pesadilla al darme cuenta que estas tan lejos de mi.
Tengo ganas infinitas de tomar el teléfono y decirte todo pero a la vez no decirte nada, decir que mi locura es verte en los ojos de las demás personas, tu voz en cualquier canto hermoso, voy tomando el camino recto hacia una meta desconocida la cual me espera un mundo sin ti.
Mi terapeuta me dice que es más que normal verte dentro de mis sueños, tomarte como nunca y poder decir te extraño susurrando a tu oído un te amo entre dientes, querer verte es un deseo y sólo eso.
Tomando rienda en mi nueva vida y pensar en todas esas charlas que duraban lo que los dos querían, reconocer que no hubo victoria en la búsqueda del ganar y un rechazo en la espera de un “yo también”.
Ahora el pasado se a convertido en cadenas, el presente una historia incierta y el futuro… no se que sea.
Me gustaría tomad de tu mano y llevarte a un paraíso donde lo que sea que se encuentre a tu alrededor sea acaparado por tu ser tan dulce, quiero partirme en dos para decirte a vos que te extraño y te sueño. No creas que te miento si digo la verdad, ya se que me encuentro lejos y que hablo de mas, pero puedo corregir todo si me abrazas ya, como decirte que ya tenía tu nombre marcado en mi corazón.
Valorar toda la poesía que está escrita en tu mirada es algo que ningún poder podrá entender, el sol ya no quiere alumbrar más por el simple hecho que se siente celoso por el brillo de tus ojos, el mar ya no quiere seguir vivo por el simple hecho que tu creas más olas en nuestras conversaciones.
Quisiera pintar tus labios con los míos, crear sonrisas con palabras alegría, buscar una explicación al porque eres tan hermosa y crear historias con un tu y yo por siempre.
Quisiera ser yo el porque te encuentras feliz todo el día, la razón por la cual veas tus mensajes emocionada, el único que en el catorce de febrero te regale una rosa y mil palabras bonitas, el que se vuelve tu felicidad con el simple hecho de estar a tu lado.
Si bien que llegue tarde y que con esto no puedo remediar lo que no pude hacer en el pasado. Y ahora sólo seré el que te desea lo mejor y te verá con ojos sollozos mientras vives las mejores experiencias de tu vida con otra persona la cual no soy yo.
Pero aún te quiero como nadie en el mundo.