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RESIGNACIÓN ( Quinta Sinfonía: segundo movimiento)

  RESIGNACIÓN



El infausto Destino. ha marcado la senda-.
Penosa y lentamente, caminamos por ella
mirando hacia el suelo, buscando la huella
que guíe nuestros pasos, y nos lleve la rienda



Oscuro es el camino,  oscuro se ve el cielo,
negros los corazones, también los pensamientos,
desprovistos de la luz, también de sentimientos,
los ojos sin lágrimas, ¡ por tanto, tanto duelo !

 


 Con la espalda encorvada , por el peso del dolor,
de la muerte escondida, de cientos de tormentos
que sufrimos antaño, lastimosos momentos
que están en la memoria , y se evocan con temor



Lacerantes heridas,  permanecen abiertas
desgarrando las carnes, llegando al esqueleto,
abiertas hacia el mundo, como si fuese un reto ;
¡que se vea el desfile , de nuestras almas muertas !

 

 Llevando siempre a cuestas, pesados crucifijos
callados , ciegos , sordos y resignadamente
marchamos adelante, lenta y penosamente.
¡ Debemos sobrevivir por todos nuestros hijos !




(Quinta Sinfonia : 2º movimiento )