Entre mis sueños,
tú despiertas celestiales partituras,
cual melodía intenta
evocar sutilmente tu sonrisa tan pura,
tu alegría intensa
que cautiva mi madrugada más oscura.
El respiro de tus pétalos
me sumerge en tu suavidad sin permiso,
pero la sed de tu néctar
intranquiliza este agradable paraíso.
Anhelo algún día
descansar en tus filamentos tan lisos.
El eco de tus caricias
retumba incesante en el corazón,
unge mi morada
que solo puede admirar tu constelación.
Tu calor indeleble
ingenia la insensibilidad en compasión
y en tus ojos infinitos
voy a retratar esta sincera declaración.