Capullo de maravillas quédate en mi arena. Volemos juntos hasta la cúspide que guarda los secretos de tu esencia. Amor de flores insobornables; pasión que devora mi alma. Hazme eterno prisionero de tus besos tibios. Devora mis entrañas hasta que ellas se timbren de la mágica sensación de tenerte dentro de mí. Frente al farallón marmóleo de atuendo blanco, pude ver tu hermoso rostro colgado de helechos. Qué delicia es poder observarte en cada espacio de los sueños, es cómo reeditar el compromiso de amarte hasta que muera. Un amor que sabe romper los diques para ir en pos de su amada. Cada momento te lo ofrendo a ti, haberte conocido es la más excelsa de las emociones. Suelto las amarras y persigo tu océano, cúbreme con tus aguas de fuerte oleaje, vísteme con tu cuerpo ceñido al deseo recóndito. He renacido para viajar en el mástil de tu boca...