No tienes idea de cuánto daño haces...
tu silencio mata,
me lastima;
tu recuerdo interrumpe,
enjaula y no me deja respirar.
Esperanza, ya no queda.
Duelen tus fotos,
duele tu ausencia,
duele la canción que a ti me recuerda,
duele el viento susurrando nuestra historia,
duele este sofocante olor a tristeza.
Pero si algo duele aún más,
es saber que un día...
nuestro tiempo fue eterno,
que te quise,
y que así siempre será,
pero hoy...
Hoy tan fácil te vas.