Observaba el firmamento en signo de añoranza, seguramente tuvo que venir de algún lugar lejano en el universo donde ni siquiera un verso puede hacer justicia a tan magnífica vista, era polvo de estrellas, pero seguramente no cualquier estrella, un ser especial que lo racional no puede explicar, esperando un tipo de barcaza para regresar a aquel lugar en el cual creía estaba su verdadero hogar
No, no era de este mundo ni de otro que yo hubiera conocido por libros, era de más allá de sueños y de colores jamás vistos, mundo narrado mientras observo detenidamente la hermosa forma de sus labios, mientras los movimientos de sus dedos helados rozan los míos evocando a falta de palabras “estoy junto a ti”