Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve, que tenía
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en la agonía.
Y sucedió que un día,
aquella mano suave
de palidez de cirio,
de languidez de lirio,
de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso,
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; mas, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso que volaba tras la mano,
vio de reojo, como un suspiro
a una mano fuerte velluda y venosa
que le impactó de forma poderosa
y su pecho latió con delirio,
salio del closet sintiendo alivio
y se fue detrás de ella desinhibido,
!a que beso tan indefinido!
En fin naturaleza humana dicen unos...
¿o naturaleza manuna?..
El Mequetrefe
El Alter Ego de
Un poeta Lírico
agil 13/09/2016