Una Historia de Amor oculta en un Rosal
Aquella tarde que te ví
abrí mis brazos hacia tí
viniste a mi casa
a visitarme para darme una terapia.
Enseguida te brindamos café,
y nos sentamos a charlar sobre esta planta,
me preguntaste, y tú? no me acompañas?
yo te dije:
No he bebido nunca café
¿Cómo dijiste?
pero si hasta los niños lo beben!
Se ha demostrado científicamente
que es bueno dar una tacita de café a niños hiperactivos.
Y tú?
de niña no lo bebiste?
Nunca, respondí, en mi casa el café es sólo para adultos
¿Y es que acaso no tienes ya 35 años?
Puedes beber café, es que acaso no te gusta?
No lo sé? dije yo
apenas lo he probado
y me resulta amargo,
es que mi padre
como muchos llaneros recios
beben café sin azúcar,
y a mí desde pequeña
se me ha prohibido beberlo.
Paul asombrado no alcanzaba a comprenderlo
Enseguida llamó a mi madre
y le pidió el favor
que me sirviera una tacita de café.
Mi mamá por ser orden de un médico accedió
Enseguida degusté mi primera taza de café
al que mi mamá le agregó azúcar
¡Qué delicia!...qué ricura!...
así fué como yo de a sorbito a sorbito
me fuí enamorando de Paul
Aquel aroma, la mesita para dos,
y mi madre discreta de la sala se retiró.
Aquel color negro café en tus ojos
del Brasil me lo traía todo
mientras me contabas que a Venezuela
vino el café
como un obsequio a un Jardín
de la Aldea de Chacao
y los hermosos y sabrosos cafetos
fueron otorgados
dentro de los pétalos rojos
de un Rosal que trajeron del Brasil
en 1784
Y así comenzó nuestro amor
con la historia de haber degustado
mi primera taza de café.
De allí en adelante muchos fueron
los sueños vividos
fuiste mi primer novio a los 37 años
bellos hermosos recuerdos de amores
de ensueño
a tu lado
que duraron apenas cinco mágicos años
No sé por qué Paul nos separamos?
si todavía continuamos pensándonos
es que mientras yo pensaba y sanaba
otra se me adelantaba
mi enfermedad me volvió a jugar otra mala pasada
triste me fuí sin tú ni yo quererlo así,
me fuí como se van las aves
sin quererlo,
solo por mi mente ambulante,
tal vez detrás de unos caballos,
cuando volví a mi ya no estabas
sin embargo nos hablamos
a veces todavía
y poco a poco el tiempo nos ha separado
¿no sé por qué razón?
si aún nos queremos los dos
tal vez pensaste que mi mente no volvía
y te fuiste con otra algún día.
De ahora en adelante bebo café
solo para recordarte...pruebo y degusto todas las variedades
siendo de mis preferidas el Mocaccino
Porque tú me recuerdas el café
y yo te recuerdo el chocolate.
Obrigado Paul.
Por María Alejandra Pérez Sojo. Kunapiache. MAPS. Perla Chocolate. El Rosal.
Caracas 10/10/ 2016
Hora 12: 25 pm