LUIS ADONAY VENEGAS LEYTON

Empapados de lluvia...maestro del alma

Empapados de lluvia...Maestros del alma

(a los profesores de mi pueblo)

 

Abrieron senderos tapizados de barro

calentados con leños encendidos de amor,

irrespetuoso barro que cubriéndolo todo

exigía respeto a la historia de un pueblo...

Cantada en los versos de figuras de greda

y cuarzos tallados  en puntas de flechas.

 

Sus negros zapatos brillantes...lustrados

su único terno de tela importada,

ya no estaban secos...empapados

perdían el planchado,

humedecidos y mojados

mostraban sus rostros

con claridad de aguas,

- vertientes del alma...

 

Gotas sumadas abriendo los diálogos

con muchos de aquellos

que sin saber nada

aprendieron de todo y volaron al mundo

partiendo tan solo 

con los sabios consejos

que un día le dieron esos jóvenes,

que algún día llegaron al pueblo,

con cabelleras negras y sonrisa amplia.

 

Abrieron las puertas y marcaron senderos

dejando sus huellas

y cabelleras canas

en soñados caminos de recorrido largo...

 

Hoy no están...ya se fueron...

Permanecen rondando en la vieja escuela,

como en aquellos viejos tiempos,

cubriendo sus cuerpos con sus mantas de lana,

escuchando consejos de antiguos vecinos,

empaparon sus almas con humedades del pueblo.

Como siempre, caminaron sus patios

midiendo sus pasos,

enseñando a muchos

en sus recordadas salas

- fueron Maestros...Maestros del alma.