gaston campano

/// Rincon senil /// LA VIEJA CORINA ///

La vieja CORINA

calzando sus zuecos

alisaba la senda

buscando consuelo

 

La cántara al hombro,

pesaban los años

la noria entregaba

las aguas de antaño.

 

El polvo pulido

pintando su sombra

de color castaño

y, de la cabeza su paño.

 

Que siempre llevaba

como fiel compañero

para contarle a pausa

sus raros recuerdos.

 

La vieja cocina

barnizada de negro

por el humo de espino

encendiendo el caldero.

 

El blanco palomo

ladrando aquejado

del montón de años

que lo han agotado.

 

La inmensa pieza 

de color terrado

sintiendo la tibieza

del carbón colorado.

 

La gran parvada

de gallinas y pavos

agitan corriendo 

sus músculos alados.

 

Bajo el corredor

como gran escenario

comían piaban

como el cantor canario.

 

CORINA miraba

los cálidos cerros

que el sol iluminaban

con gritos de perros.

 

En un trance preclaro

pensaba en su viña

este año quisiera

volverme una niña.

 

Así levantarme

solo con empeño

sin rosas ni espinas

cumplir con mis sueños.

 

CORINA caminó

lenta al atardecer

entre nubes negra 

con miedo de fenecer.

 

Hoy día ya yace

al pie del espino

con flores cortadas

de su propio camino