Ella
se acerca
y susurra a mis odios
como la musa en primavera.
En mis tiempos de lata,
nada me corroìa ,salvo ella.
su càndida luz rompía mis moldes
liberaba el contenido desbaratando el continente
pero en tu lejanía
las sombras se apoderan de mi
y me arrastran por el umbral
donde posan los espectros.
Oh, càndida luz ,
en tu recuerdo
habita el monje
y este desierto florece raudamente,
en tu recuerdo el monje,
libélula azul,
acobija el dulzor
de las guirnaldas de otoño