Una mañana que es un suceso
con una lluvia persistente
y cambia todo el ambiente
una brisa que cala los huesos
cuando se presenta así el día
las cosas se ven diferentes
el mundo respira lentamente
y la vida se detiene en la vía.
Tú, te abrazas a la almohada
que te sirve para tener en reposo
un sueño entre suspiros y sollozos
como de niña inquieta y malcriada.
Yo entonces, te abrigo toda
cerrando mis ojos, aunque cueste
esperando que el sol se manifieste
luego de un tiempo y no ahora.