El incansable repique de la lìnea telèfonica le saca de sus pensamientos, y aquella grandiosa mujer que comparte con èl desde el dìa que le trajo al mundo, le grita desde la màquina de coser
-Hijo por favor atienda la llamada, creo es la misma chica que le llamo ayer tantas veces, y no se que decirle, por lo visto a usted le pasa con el piano lo que a mi me pasa con la costura, hijo la vida pasa sin darnos cuenta usted està muy joven aun, hay tiempo para todo en la vida, no deje que una desiluciòn le quite sus esperanzas.
-Si madre, tiene usted razòn ya voy atenderla. Hola, ¿como estas Melisa?
-Hola Frank, imagino has estado ocupado, estoy bien ¿y cuentame que es de tu vida?
-Encantado de hablar contigo, pues no es mucho lo que tengo que contarte, ya sabes como soy cuando algo me apasiona me entrego por entero, y el piano es una de mis pasiones
-Sabìas que tu eres en este momento mi ùnica pasiòn, solo espero la oportunidad de volvernos a ver
-Claro Melisa, si te parece bien este fin de semana tengo que viajar allà para atender unos asuntos en relaciòn a un concierto, me gustarìa que asistieras te harè llegar la invitaciòn y tambièn me gustarìa verte y compartir como antes.
-Entonces nos veremos en el concierto, sabes que te extraño y solo pienso en volver a verte
Y revivieron nuevamente la pasiòn de aquel romance, esta vez Frank siente que Melisa puede ser la mujer que comparta con èl toda una vida, pues està le confiesa haber sufrido su ausencia en lo profundo del corazòn, y sin reservas Frank le propone a Melisa vivir juntos como una pareja, ya no quiere aventuras siente el fuerte deseo de compartir su vida con ella. Su desiluciòn fue total cuando Melisa le hizo saber que ella no estaba preparada para dar ese paso. Y nuevamente se alejaron siendo Frank esta vez èl que sufriò la ausencia de aquel amor.
Las manecillas del reloj detuvieron el mundo de Frank ante la inesperada partida de su padre, y en poco tiempo la de un tiò que era su mejor amigo, la vida le pone a prueba nuevamente y le muestra cuan fràgil puede ser, y en silencio se refugìa en el complice de sus tristezas y alegrìas, aquel dìa el piano transmitìò en cada nota una làgrima de intenso dolor.
Pasado algùn tiempo todos comparten en reuniòn familiar el cumpleaños de Frank, quièn celebra hoy la vida entre amistades y alguna chica que ocasionalmente le brinda amor y pasiòn sin condiciòn
-Hola ¿como estàn todos?, me encanta entrar a esta casa, la madre costurera cual hormiguita cose que cose, y el hijo pianista con su mùsica inspira a todo aquel que le escucha
-!Hola tìa¡ la bendiciòn
-Dios te bendiga mi niño, tus notas son cual coro de àngeles
-Tocaya al fin llegaste, este fin de semana tenemos concierto y estas invitada
La tià es la escritora de esta historia, ustedes tambièn estàn invitados al concierto de mi sobrino del alma
y la vida continua...