Por permitirme todo eso
Tenerme aprecio,
Por hablar de mi cuando no te oigo
aunque tu soliloquio viene y me declama.
Por ser tan dulce,
como azúcar que le da gusto al café,
¡¡cuidado se la llevan las hormiguitas!!
Y a causa de eso advertirte:
Me producirás dulcera,
un poeta ya una vez murió por eso.
Muchas gracias
por cuidar de ti misma
porque si no fuera así
no estuvieras para derretirme
cada vez que te veo y recogerme en cucharita.