Fue en mi juventud,
que aprendí a producir,
el guaro de contrabando,
licor de mal vivir.
Agua, dulce y maíz,
algunos de sus componentes,
tanques llenos de chicha,
luego serían aguardiente.
Pero nunca faltaba quien,
la saca nos denunciaba,
nos visitaba la guardia,
y todo lo destrozaba.
Quedábamos sin instrumentos,
y un delito por enfrentar,
una visita al delegado,
cárcel o multa pagar.
Mi padre se presentaba,
ante la guardia rural,
autoridad de ese entonces,
para bien o para mal.
El delegado le decía,
ya no saque contrabando,
esta prohibido por ley,
la gente se esta quejando.
Bueno lo voy a dejar,
mi Padre le contestaba,
ahí le traje una gallina,
que al delegado le gustaba.
El asunto estaba resuelto,
nada había que pagar,
una gallina por dádiva,
y el guaro de nuevo a sacar.
J.Moscoso.
Derechos de Autor Reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Costa Rica, Puntarenas, Corredores.
11 de octubre 2016.