Desde la soledad de aquella silenciosa,
y oscura noche, en la que la vida se funde
con el anhelo del sentir, correr y amar,
mi alma de un profundo suspiro despierta.
Emprender esta nueva aventura con retorno,
si! con retorno a ese misterioso lugar en expansión,
de donde me acompañan siempre mis ángeles,
son dos, uno alegra mis días con poesías, bailes y cantos
el otro me hunde en la tristeza con sus tiranos arrebatos.
Ángeles que me honran con su compañía,
que dan oscuridad a la noche y clara luz al día,
mi alma indecisa e inquieta es quien tan solo ansía,
un vuelo con ambos por la azul bóveda estremecida.
Ángeles que me honran con su compañía,
que dan oscuridad a la noche y clara luz al día.
Cual de los dos será mi guía?
Acaso tú el del ala tiesa por la ira
o tú el del ala rota por tu valía.
Y es que hoy llega profunda a mi la duda,
del contar para esta traviesa aventura,
con un par de ángeles a media abertura,
impidiéndonos volar, volar y volar alto.
Se unirán sus alas para volar entonces,
cuando el amor y la tristeza sean una,
cuando se llore de alegría,
cuando nunca anochezca.
Ángeles que me honran con su compañía,
que dan oscuridad a la noche y clara luz al día,