El irreverente que tengo a mi lado,
Como sombra me guía a todos lados,
Sin tapujos esa sombra me dirige sin desampararme,
Muchos la creen inevitable, yo le confío lo inimaginable,
Me seduce todo el tiempo, le escribo porque no le tengo temor,
Aunque muchos le llaman depresión, estan en un error.
Existe, no lo niego,
Muchos no la desafían por miedo a perderse,
Porque el camino nunca desaparece,
Es la llama al sentido común...
Vaya, me enloquece.
Como fría dama ella trasnoche se va,
Y Como el buen vino, adormece,
Su silencio me provoca algunas veces,
Es como una abeja a su colmena,
Le es fiel,
Y por su reyna muere.
Es admirable, timida pero se contradice,
Para muchos es prioridad,
Y otros le hacen el amor,
Sin al siguiente día... haber desaparecido.