Miran desde el cristal, siempre esperan
a que alguien volteé y llevarlos quisieran
sin embargo no apartan los transeúntes
de los celulares sus miradas ausentes.
Y en las estanterías, crecen y crecen
los innumerables volúmenes que ya
nadie lee y se empolvan con los días
sus secretos callan entre las solapas.
Grandes conversaciones guardan y
es posible agolpar siglos, sin calendarios
ver a lo griegos, platicando con los modernos
y a novelistas besando a los poetas, encontrar
recetas junto a historiadores y medicina junto
a libros de ciencia ficción, religión y magía
vuelven a estar unidas, en misticismo.
Se compran libros nuevos y viejos...