Extraño y maravilloso
viaje
de la letra a la palabra,
de las palabras al verso.
Cara a cara contra
el papel en blanco, pero
la cabeza orbitando
repleta de ideas
e historias, de poemas,
abrazos y besos.
Madrugadas en vela
mascullando,
cavilando
el término adecuado
al escrito de mañana...
y mañana ya veremos
cómo se me queda el cuerpo
y el alma...