Querida Mìa ,
cuando la noche me arropa ,
entras a mi despacho ,
con tu seda en el cuerpo ,
y dos copas de vino .
Te acomodas frente a mi ,
y tu fragancia exquisita ,
y seductora atrapa mi atenciòn .
Acaricio ,
tus aterciopelados muslos ,
y el besarlos ,
no lo puedo evitar .
Ya tus ojos ,
estàn llenos de placer .
Nuestros corazones ,
se dejan ir ,
en el aroma del vino ,
que nos hacen sonreìr .
Y se vacìa la primera copa ,
y tu càlida mano ,
se apresura ,
y sirve otra .
El canto del fondo ,
nos hace seguirlo ,
y tu silueta ,
que se me acerca ,
me encumbra las emociones .
Y la noche se alarga ,
como la vida misma ,
que me està haciendo gozar ,
tu compañìa .
Querida mìa ,
tu seda flota ,
y yo ,
te entrego mi amor .
Y el vino ,
aromatiza ,
nuestros interminables besos .
Las liras del cielo ,
nos acompañan ,
aquì en este ,
imperecedero momento .
Vida , que exquisita eres .