No voy a sentirme indiferente,
mientras que a la par envejecemos,
y que al paso del tiempo cedemos,
al olvido la capacidad de ser inteligente.
Si destruyésemos todas las fotografías,
borraríamos de un golpe las edades,
quedarían las mentiras como verdades,
y confundiríamos las noches con los días.
No quiero llegar a la despedida,
ni tampoco al llanto,
pués la vida es solo trasunto.
Solo deseo curar la última herida,
no ser vencido por el espanto,
la vejez es un capítulo final y punto.