Pepe Pnca

104. RELATO

 

 

IV

 (La puerta secreta)

 

 

Luego de estacionar los autos los dos hombres dueños de la quinta les dieron un breve recorrido por aquella gran casa. Todos miraban a su alrededor los muros,las alcobas la cocina, la gran sala y el comedor amplio de aquella morada. Al cabo de un tiempo los dos hombres decidieron que ya era tiempo de marcharse y dieron algunas indicaciones finales a los huéspedes, recalcándoles que no fueran a intentar abrir la puerta secreta.


Al cabo de un tiempo, el silencio se hizo dueño por aquella morada solo se podía oír el ruido de la leve brisa que jugaba con la copa de los árboles, y se colaba levemente por una ventana que se entreabría en la parte de atrás de aquella estancia. Manuel y su amigo David,decidieron encender la chimenea que encontraba en la gran sala, mientras tanto las dos jóvenes mujeres se dirigieron a la cocina para preparar una leve cena. El niño complacido correteaba por la gran casa.

Aquella noche, luego de acostar a José Manuel, las dos parejas se entretuvieron rememorando las experiencias en sus ultimas vacaciones. Lizeth y David, luego de algunas horas se encontraron somnolientos y decidieron ira descansar, su habitación quedaba continua a la puerta secreta que siempre permanecía cerrada.


Angie y Manuel permanecieron en silencio sentados en aquella sala, se miraban muy de vez en cuando y simulaban no mirar. Por fin Manuel rompío el silencio y hablo a su joven esposa:


- Fue un día muy agitado, ¿no querida?- Pregunto.


- Si, un poco. El niño ya esta dormido, creo que yo también voy a ir a descansar... ¿bienes o te quedas otro rato?- Pregunto ella.


- No, Angie, ve tu. Pienso quedarme otro rato aquí.- Dijo él y se despidieron con un largo beso.


A Manuel le causaba curiosidad la intrigante historia que se escondía de tras de aquella puerta secreta. Pasaron unos segundos y tomo la firme decisión de ir hacia ella. Del bolsillo de su pantalón sustrajo las llaves que le habían entregado los dos hombres, y como tal, también recordó que no debían abrirla nunca, pero estaba decidido a develarle aquel misterio y se puso de pie, camino hacia el corredor y apago la luz que alumbraba aquella gran sala.


Por el pasillo a oscuras recorrio el camino quedaba a la puerta secreta, paso ante la habitacion de su hijo Jose Manuel, la cual estaba abierta y lo vio descansando plácidamente se acerco por unos instantes y luego de darle un beso en la frente, muy levemente dijo en su mente \" Que Dios te bendiga hijo y los ángeles te acompañen esta noche\". Salio de nuevo al corredor y siguió su camino y unos pasos mas adelante cruzo muy sigilosamente y sin hacer ruido ante la habitación donde descansaban David y Lizeth.

 

Continuará...