Que linda está la luna
igual que aquella noche que fuiste mía,
en esa madrugada,
entre playa, mar y luna.
Que imprudente fue el sol:
nos hizo irnos a otro rincón
a disfrutar de nuestro amor.
Ella feliz y yo alegre,
que recuerdos tan lindos,
aún están grabados en mi corazón,
ahora su merced vive en otro país
y yo feliz en el mío,
extrañando su ausencia.