Solitaria vida alejada del ruido,
Solo el estruendo de tu voz se oye;
Ni las rocas más duras pueden entender
y decir lo que tú sabes.
Amigo de los viajeros,
Sonriente naufrago
Y delicada noche de lunas
transparentadas en tus labios de jazmín.
Grito y socorro de los amantes,
Sostén de la vida
Y precioso oro guardado como reliquia milenaria.
Vos volas,
Nada ni nadie te detiene;
Eres el dulce acento
Y la micronésima coma guarda
en los dedos del Hacedor.
Nadie pensó tu existencia magnifica,
Solo aquel que te entiende sabe de lo que hablas a murmuro
Y solo los enamorados saben comprender tus sentimientos y nostalgias.
Chiquillo amigo,
Te duermes en las manos de la luna
y te despiertas al despuntar la aurora
y gritas de contento:
¡Amo la vida!