Vas y te ríes del universo,
al falso caos dedicas el verso,
dices que nada es la vida
y que la nada no tiene salida.
Te engañas en percepciones
de alcance muy reducido;
oído tienes para el ruido,
mas ignoras las revelaciones;
no se te ofrece respuesta
ni escapatoria inmediata
para que aproveches esta
oportunidad que te ata.
Que no es azar ni coincidencia,
que el insondable plan de Dios.
Que el espíritu tenga paciencia,
que oculta un saludo el adiós.