Un buen día el hermano Angelillo escuchó una llamada que esperaba con temor, pues él era la voz más querida de todos los corderos, y ellos se preocupaban de que nada le faltara, por eso le buscaron sus buenos hermanos trabajo en la naranja.
La voz que escuchaba tenía el aroma de los cítricos de las tierras valencianas, y el de las acequias, y no vacilaba a la hora de expresar que venía a socorrer al prójimo necesitado ofreciendo un empleo por la mitad del salario del convenio, más la ofrenda de dos cajas diarias para el templo, el almacén de las naranjas.
Más el buen hermano, un ser necesitado, así le dijo a su oferta de la que era recomendado:
No me rindo ante tu llamada, si te digo la verdad la esperaba. llevo mucho tiempo escuchando bajo los naranjos la voz de los corderos sollozando por un destino de ser esclavos.
Más yo, el más amado de todos, ellos así les digo como gran consuelo:
Vais hacia atrás cada día, que más que parecer borregos, ya os parecéis a los cangrejos.
Y ellos me responden con sarcasmo:
No servimos más que para ser ganado.
Más yo me indigno ante sus palabras por el amor que me une a ellos, y a gritos si no llevo el bastón les corrijo su actitud:
Falsos, renegados, herejes, excomulgados, que no queréis ningún pastor.
Ya nadie se molesta en educaros como es debido.
Esa es vuestra gran desgracia majaderos.
¿ No veis que vuestro amo es el sueldo bajo?
Y mientras les hablo ,
¿sabes oh voz lo que hacen mis corderos?
Más la voz había tras el teléfono, contestó con un simple:
No.
Pues se pelean entre ellos como lobos, se insultan, se muerden, se roban, y lo peor, ellos mismos se expulsan del rebaño.
¿ dónde se ha visto eso? Yo te lo diré , en el ganado sin pastor. Pero tienen un pastor estos desgraciados.
Y a la voz le pregunté:
¿ sabes cual es?
Y así me contestó esa misteriosa voz:
No.
A lo que le contesté:
El peor de todos los pastores, cada cual. Cada cual se vigila así mismo. cada cual piensa en si mismo.
Yo soy el único testigo del rebaño, y así testifico ante los sindicalistas:
Cada cual mira por si mismo en el rebaño, hay que hacer algo.
Entonces la voz preocupada me preguntó:
¿ Y qué te dicen los sindicalistas?
Esto buen hermano empleador de la ETT, es lo que me dicen:
Esta es la época de los técnicos, del trabajador bien formado, que sufran los corderos y que se extingan, nosotros solo amamos al hombre técnico.
Entonces la voz se carcajeo y me dijo antes de colgar:
Piénsalo Angelillo, me caes bien, si quieres venir a trabajar, mañana puedes empezar.
Angelillo de Uixó. Basado en hechos reales, me han ofrecido en dos sitios trabajar en la naranja a un euro y veinte el cajón ( según la ley debe ser a dos veinte) y las dos primeras cajas de naranja gratis para la empresa, más cuatro euros diarios de gasolina. a fecha de 14 de octubre del año 2016 en vall d´uixó con el tripartito de izquierdas.