Raudo correr emprende un animal
frente al acoso de galgos salvajes
salta rocas y hierbas de brebajes
el inocente ciervo ante este mal
Fuerte golpe en su pecho herido
recibe por sopresa de un tronco
gradualmente cae al suelo tendido
escuchando del dia un trinar ronco
Rapido echa vista a una quebrada
y cree hallar en su triste ventura
el ansiado alivio para su sepultura
mas encuentra vida en su parada
Mas gran dolor siente en su pecho
por su profunda herida descubierta
corre con una llaga siempre abierta
desde ahora hasta encontrar lecho
Ay amada mía así me hallas errante
buscando incesante a aquel alivio
a la par de su dolor soy semejante
pero en ti si encuentro lecho tibio