Suplico por tu amor a cada instante.
Me muero si en tus ojos no me miro.
Y un raro escalofrío recorre tremulante
todo mi cuerpo enjuto y desvalido.
Yo quiero de ti besos alucinantes,
sentir tus esquivas manos en las mías.
Te ruego por favor conmuevas tu alma fría,
no dejes que yo muera delirante.
Tu trato cruel e incierto me desvela.
Desespero y marchito noche y día.
Tú has secuestrado sin piedad mis alegrías.
Ahora todo es gris, no hay acuarela.
Mendiga de tu amor me has convertido.
Solo imploro de ti más atención.
Mi débil sombra deambula sin sentido
esperando estremecer tu corazón.
Esto que siento yo, ya no lo aguanto.
Hasta mi orgullo quedó maltrecho y feo.
Revíveme mi amor, libera mis espantos
mandándome un besito por correo.
Nereida V.