Madre, tu me bendices
yo te bendigo más,
la miel de tu panal,
compartes por igual.
¡Qué bendita eres Madre!
Tu firmeza y tu dulzura,
en esa actuación serena,
es digno de admirar.
Madre, luz de vida, siempre
tu regazo, madriguera tibia,
en el silencio de una noche fría,
donde desaparecen mis temores.
Madre, son tus sabias palabras,
un trinar de ensueños,
como en Belén, mi estrella guía,
un horizonte, hecho prosa.
¡Qué bendecidos somos Madre!
con tu vida, con tu paciencia,
por ese amor, por tu dedicación,
eres Madre Bella, miel del alma de Dios.
Feliz cumpleaños Madre, Dios te abrigue
con el manto de la salud,
para que con tu vida
siga llenándonos de bendición.
Te amaré por siempre.