Manos atadas…
En esta noche gris
luna yo a ti te espero,
para que me acompañes
y alumbres mi sendero
Con rayos que encandilan
mi rostro entumecido,
guíame al horizonte
de ese mar que me espera.
Quiero atrapar el día
para oír su silencio,
y hablarle del tormento
que mis noches desvela.
De un dolor sin descanso
que se está haciendo eterno,
con un mar de preguntas
que aun no tienen repuestas.
Es estar prisionera
con las manos atadas,
es querer escaparse
y no encontrar la salida.
O tal vez la encontré
y no me he dado cuenta,
de tanto que busqué…
no había visto la puerta.
María B Núñez