Sube la marea
en este Poema mediterráneo
y brincan las letras como olas
llenas de encanto y fervor.
Bajo el sol de una lámpara
que ilumina la piel
de este húmedo papel
se proyecta la sombra
del silencio hacedor.
Las palabras nadan
en direcciones contrarias
se zambullen como peces
y hablan, hablan, y hablan…
Vuelve la marea
-se marea-
y se va…
Un desierto de agua
con sed de verdad.
Acá adentro el Poema: agitando;
mira a los costados
y decide bailar…
¡oh Poema!
amante azul
de alma mediterránea.